Libro manuscrito con un racimo de tres cerezas y la rama de un cerezo en flor, notas musicales bailando en el ambiente. Imagen serena y evocadora a la introspección humana.

Mi escritura no explica: revela lo que en ti habita.

Entra despacio: este lugar está hecho de alma.

La escritura no ordena el mundo: lo escucha.
Cada palabra llega cuando algo dentro pide ser recordado.
Aquí la verdad no se impone: se revela en silencio.

Allí donde comienza el regreso

Todo lo que escribo nace de un mismo gesto: volver.

Regresar al pulso interior, a la verdad que no necesita ruido, a la raíz que nos recuerda quiénes somos.

Cuadernos de notas sobre una manta fina de lana, sobre 0los cuadernos un bolígrafo junto a unas flores silvestres secas. Acompaña la imagen unas velas encendidas dentro de un tarro de  cristal, dando a la imagen un aire de paz y tranquilidad

“Hay puertas que solo se abren cuando el alma está lista para cruzarlas.”

Umbral hacia mi mundo interior

Estos libros nacen de ese viaje interior donde las heridas se vuelven raíz y la verdad aprende a hablar en silencio. Son puertas abiertas hacia el lugar donde el alma recuerda quién es y se reencuentra consigo misma.

Cuando la vida quiebra, la verdad se abre paso y revela lo que aún quería vivir.

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Cuando el alma deja de sobrevivir y empieza a vivir,
la vida se vuelve hogar.

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Relatos

Los relatos son umbrales:
no llevan a otro lugar, sino al fondo de uno mismo.
Se desciende por ellos como por un silencio que revela.

Abrir relatos
Cada historia guarda una pregunta, cada palabra una pequeña verdad.

“Lo verdadero no se anuncia:
germina en lo más profundo, donde nadie mira,
hasta que el alma lo reconoce”.

— Palabras de la autora